El Papa Francisco aborda en su mensaje para la 58ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales el impacto de la inteligencia artificial en la sociedad actual. Destaca la necesidad de abordar el cambio cultural que surge de esta evolución, reflexionando sobre la especificidad humana y el futuro del homo sapiens en la era de las inteligencias artificiales.
El mensaje destaca la importancia de comenzar desde el corazón humano para afrontar los desafíos planteados por la inteligencia artificial. Francisco hace un llamamiento a recuperar una «sabiduría del corazón», que permita entender la novedad de nuestro tiempo y orientar la comunicación hacia una experiencia plenamente humana.
El Papa advierte sobre la ambivalencia de la inteligencia artificial, reconociendo su capacidad para contribuir positivamente pero también señalando sus riesgos y peligros. Destaca la importancia de evitar la deshumanización, recordando que la sabiduría y la humanidad no pueden ser reemplazadas por las máquinas.
En cuanto a la ética, Francisco propone la necesidad de regulaciones internacionales para el desarrollo y uso de la inteligencia artificial. Sin embargo, subraya que la regulación por sí sola no es suficiente y destaca la importancia de crecer juntos como sociedad y ser responsables en el desarrollo y uso de estas tecnologías.
El Papa plantea preguntas cruciales sobre cómo proteger la dignidad de los trabajadores de la comunicación, garantizar la transparencia de los algoritmos y preservar el pluralismo en un entorno digital. Asimismo, insta a la sociedad a cuestionarse sobre el papel de la inteligencia artificial en la construcción de un pensamiento único y en la preservación de la verdad y la realidad.
En última instancia, el Papa Francisco llama a la reflexión y a la búsqueda de una sabiduría que preserve la humanidad en la era de la inteligencia artificial, destacando la importancia de la libertad, la transparencia y el respeto por la diversidad en la comunicación humana.
