Peregrinación de «Manresa School» a cinco puertas santas de Manila

En Misericordiae Vultus, el Papa Francisco proclamó el 8 del diciembre de 2015 al 20 de noviembre de 2016 el Jubileo Extraordinario de Misericordia para dirigir nuestra atención y acciones sobre la misericordia y así fuéramos un signo más efectivo de las acciones del Padre en nuestras vidas… Este tiempo se ha convertido en una época en que el testimonio de los creyentes es más fuerte y eficaz. Así, el Papa declaró que las Puertas Sagradas en todo el mundo se abrirían durante este año jubilar para que todos los miembros de la Iglesia tuviéramos la oportunidad de entrar y experimentar el amor de Dios que consuela, perdona y provoca esperanza.
En Filipinas, varias arquidiócesis también abrieron Puertas Sagradas para nuestros fieles peregrinos. Es una gran oportunidad para que los católicos visiten estas Puertas Sagradas para acercarnos a Dios y descubrir «momento(s) de gracia y renovación espiritual» (Misericordiae Vultus, 3). Como institución católica, la dirección de «Manresa School» (Parañaque, Filipinas) organizó una peregrinación para todos los profesores y personal a cinco puertas sagradas de la archidiócesis de Manila el 22 de octubre de 2016. Nuestra ruta incluía el Santuario Nacional del Sagrado Corazón en la ciudad de Makati, el Santuario Arquidiocesano de la Divina Misericordia en la ciudad de Mandaluyong, el Santuario de Santo Cristo en la ciudad de San Juan, la Catedral de Manila en Intramuros, Manila y la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores en la ciudad de Pasay.
Además de obtener los pasaportes y certificados de nuestros peregrinos y obtener indulgencias, nos sentimos muy agradecidos, afortunados y bendecidos al experimentar este momento lleno de gracia que fortaleció más nuestra unión con Dios, y nos hizo experimentar Su amor, misericordia ilimitada y presencia permanente. Que esta peregrinación encienda nuestros corazones más para seguir extendiendo la misericordia de Dios a través de nuestras palabras y hechos. Que seamos más cariñosos, misericordiosos y compasivos con nuestros hermanos y hermanas, especialmente con los perdidos, con los últimos y los más pequeños de la sociedad.