MADRE (Estación XIII) Hakuna
Madre, ¿qué vale todo el universo y el poder
frente a una sola llaga de tu Hijo?
Madre, ¿qué ven tus ojos cuando lloras junto a Él,
cuando le besas todas las heridas?
Madre, quiero ver lo que tú ves.
Madre, ¿a dónde fueron las palabras que escuché?
¿A dónde fue el calor de sus latidos?
Madre, a donde fue tu Amado yo lo buscaré
y lo pondré al abrigo de tus brazos,
Madre, donde Dios quiso nacer.
Mécele en tus brazos esta noche como ayer
bajo el frío y el misterio de Belén.
Solo con su sangre volveremos a nacer,
con la sangre de Jesús de Nazaret.
Madre, yo bajaré temblando a Cristo de la Cruz,
lo cubriremos juntos de caricias.
Madre, me asomaré al costado abierto de su amor
y miraré lo cielos nuevos
donde adoran a tu hijo vencedor.
No hay dolor tan grande comparable a tu dolor.
No hay más vida que la muerte por amor.
Cuando todos huyan, cuando pierdan la razón,
velaré contigo el rostro de mi Dios.
Madre, átame fuerte con tus brazos a la cruz.
No quiero más tesoro que sus clavos.
Madre, quiero mirarte cuando no encuentre la luz
y recorrer contigo cada paso,
Madre, del camino de la Cruz.
Guárdame en tus brazos esta noche junto a Él.
Venceremos a la muerte con la fe.
Calmaremos juntos el deseo que escuché
de sus labios que aún repiten: «tengo sed».
De sus labios que aún me dicen; «tengo sed».
PARA ORAR:
Escucha la canción de Hakuna en este Sábado de ausencia, de silencio, de tristeza, de frío en el alma, de espera ignorante. Aunque sabemos que resucita, no sabemos dónde, cuándo ni en quién o qué nos saldrá al encuentro.
Elige tus frases. Te sugerimos alguna:
- Madre, ¿qué vale todo el universo y el poder frente a una sola llaga de tu Hijo?...
- Madre, quiero ver lo que tú ves…
- Solo con su sangre volveremos a nacer…
- No hay más vida que la muerte por amor…
- Venceremos a la muerte con la fe…
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