El Papa León XIV en la presentación y saludo inicial decía: “Unidos, tomados de la mano de Dios y entre nosotras, sigamos adelante”, y así han sido estos días en los que hemos estado acompañando a la Iglesia universal en este momento histórico de elección de Papa, también nosotras seguimos en la búsqueda de qué es lo que hoy el mundo y la Iglesia necesita y, desde ahí, escuchar y discernir cuáles son las llamadas que Dios nos hace como Hijas de Jesús.
Algo en lo que hemos estado trabajando ha sido la “Recomendación” que la Congregación General anterior hizo a la Superiora General para este sexenio. Recordamos que pedía que:
“Revise y adecúe la estructura administrativa en la Congregación y considere la necesidad de cambios en los Estatutos de Administración Económica, para presentarlos a la aprobación de la Congregación General XIX”
Pedía que lo hiciera:
“teniendo en cuenta la llamada de la Iglesia a revisar la gestión y administración de los bienes -a la luz de una economía al servicio del carisma y de la misión, contribuyendo a fortalecer una economía del compartir y de la comunión”.
Junto a éste y otros “Asuntos” han sido días de estudio, de escucha, de reflexión, de mucho compartir… Las congregadas somos un grupo y con nosotras está la entera Congregación, no sólo acompañándonos en este proceso, sino también con las aportaciones, reflexiones y peticiones que llegaron de todas las comunidades.
Todo lo que estamos tratando está siendo un proceso denso y enriquecedor, tiempo de silencio interior y de palabra cualificada, tiempo de escucha y de aportación… Tiempos personales y de grupo… Tiempo de buscar el mayor bien, el bien universal.
Además, estamos teniendo experiencias muy fuertes y ricas en este “tiempo que nos ha tocado vivir”. El sábado 3, después de la elección de las Consejeras generales, por la tarde, pudimos participar de la Eucaristía que se celebró en San Pedro en especial por la VR.
Y el jueves, en comunión con toda la Iglesia, acompañamos desde la Curia y también desde la Plaza de San Pedro el anuncio del nuevo Papa, que nos ha llenado de esperanza. Damos gracias a Dios y oramos por él y la Iglesia Universal. Fue una experiencia muy emocionante estar allí.
Os compartimos algunas fotos que expresan estos días vividos.
Seguimos contando con vuestra oración.
