El pasado 2 de septiembre la religiosa de Jesús-María, Isabel Solà, perdía la vida en Haití. La Superiora General de esta Congregación acaba de enviar esta carta invitando al perdón.
“Sí, hemos perdido a Isa a causa de la violencia. Tenemos dos posibilidades ante nosotras… Entrar en este círculo vicioso de la violencia o como Claudina, perdonar –ella fue testigo de la muerte no de uno, sino de dos de sus hermanos a la vez… Ellos no murieron inmediatamente, tuvieron que ser golpeados hasta la muerte. Tenemos el consuelo de saber que Isa no sufrió, murió en el acto tras los disparos. Dejemos que esto sea una oportunidad para ser positivas y perdonar y elegir caminos y medios, como Claudina, encaminados a la sanación y reconciliación en nuestro mundo herido y violento. No es accidental que en este momento de la historia, como Congregación nos enfrentemos a muertes provocadas, violaciones, robos y asesinatos y por lo tanto participemos en la Cruz de Cristo: ser misericordiosas y perdonar especialmente en este año de la Misericordia” (De la carta de la Madre General).