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Carta número 30 de Graciela: últimas visitas canónicas y envíos

junio 5, 2023

El 31 de mayo, Graciela envió una carta con motivo del 178 aniversario del nacimiento de Juana Josefa Cipitria y Barriola, la Madre Cándida.

Además de felicitarnos y desearnos que fuera un día de celebración familiar junto a tantos laicos que desean vivir este carisma que el Espíritu Santo ha suscitado en su Iglesia, también nos hablaba de sus últimos viajes a Filipinas, Taiwán y Mozambique en abril y mayo.

Nos decía así:

Lo primero que me surge es la gratitud al Señor y a cada hermana por la vida entregada y porque la Congregación está en lugares tan diversos, en culturas tan variadas, con obras y presencias que hablan de Jesús al estilo de la Madre Cándida. 

Hay mucho en mi corazón y es poco lo que puedo expresar por escrito. De Filipinas destaco el primer lugar al que llegaron las Hijas de Jesús en 1932, y que permanece, Pototan, y la vitalidad de nuestras hermanas y proyectos apostólicos. Agradezco profundamente la acogida y la calidad de nuestras entrevistas, así como nuestras reuniones comunitarias. 

Taiwán, realidad totalmente nueva para mí. Conocer a nuestras hermanas en ese país, escuchar sus inquietudes, contemplar una provincia tan variada, con los grandes desafíos de Vietnam y el Continente, son aspectos para poner hoy delante de Dios y no dejar de pedirle ayuda. 

La novedad que me trajo Mozambique: por lo menos en dos circulares, compartí mi preocupación acerca de Mozambique a causa de la guerra. Ahora puedo decir que este lugar no es sólo guerra, problemas o dificultades, sino también espacio de mucha vida.

Considero que en pocos días he conocido mucho. Era mi primera vez en territorio africano. Con María de la O Martínez, delegada de Mozambique, fui a Maputo, Metoro y Pemba. Comunico que la H. Pilar de la Puerta continuará en Mozambique y envié a España a la H. María Josefa Pérez Hernández, a quien agradecemos sus muchos años de entrega en este país y a este pueblo.

Allí iniciamos un tiempo fuerte de discernimiento. Posteriormente lo hemos continuado en Roma mediante un encuentro online de la comunidad, la Delegada y el Gobierno general. Ahora seguirán el proceso con María de la O. ¡Cuánta vida por agradecer, qué testimonio ofrecen nuestras hermanas! En algún momento sentí que todas tendríamos que pasar por África, sentir los efectos exteriores de la pobreza, compartir la suerte de un pueblo que sufre, que tiene una capacidad de resiliencia, tan necesaria hoy, y que es capaz de celebrar y hacer fiesta en la vida cotidiana.    

Al igual que acompañamos estas visitas con nuestra oración y cercanía, seguimos pidiendo por cada uno de estos lugares de misión para que las Hijas de Jesús sigamos siendo presencia creíble del Evangelio, de Jesús.

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